Había probado la técnica del tangzhong antes, con buenísimos resultados como el pan Hokkaido. Pero lo que nunca había probado es a ir más allá y trabajar con una mezcla adicional caliente. No tengo ni idea de cómo llamarlo. Es la primera vez que me encuentro una receta así, y probablemente eso fue lo que me dio curiosidad y me decidió a probarla.
Esta receta la vi en una revista americana, pero no consigo recordar cuál es. La suscripción de mi biblioteca me da acceso a cientos de revistas de todo el mundo, y la verdad es que me vuelvo muy loca con todas las revistas de cocina internacionales que estoy viendo últimamente. Así que guardé esta receta, pero no puedo daros la referencia exacta.
Pero atribuciones al margen, como os decía, lo que me llamó la atención es que estos bollitos dulces no sólo estaban hechos con tangzhong, sino que los ingredientes líquidos se mezclan en caliente, con lo que se consigue derretir la mantequilla, y una mezcla homogénea. La única explicación que he encontrado para esto es que disolver los ingrientes líquidos, en caliente hacer esa mezcla previa facilita que la mantequilla se mezcle mucho mejor y quede una masa en la que todos los ingredientes se mezclan mejor, dando un resultado más esponjoso y uniforme. No sé si esa es o no la razón, pero más allá de la curiosidad por probarlo, estoy segura de que voy a volver a utilizar esta técnica en otras recetas, porque el resultado fueron unos bollitos con una textura y un sabor espectaculares. Son rápidos de hacer, apenas requieren trabajo, y el resultado es verdaderamente bueno.
Con la receta aquí, ya no necesito recuperar el original de esa revista que ya no recuerdo cuál es, que es un motivo tan bueno como cualquier otro -en realidad, el mejor motivo- para seguir actualizando el blog.
Y esta es la primera receta de 2022. Así que ya puedo declarar inaugurado el nuevo año bloguero. Sí, los blogs están muertos, así que yo voy a seguir dándole vidilla al mío, porque sigue siendo el mejor modo de tener mis recetas favoritas a mano, y de compartirlas con todas vosotras.
Y lo dicho, no dejéis de probar estos bollitos. Os van a encantar.
Bollitos de pan de leche
Tangzhong
50 g de agua
50 g de harina de fuerza
Masa final
250 de leche entera (1 vaso)
112 g azúcar
112 mantequilla
2 cdtas de sal
600 g de harina de fuerza
15 g de levadura de panadería seca (de acción rápida)
2 huevos batidos
1 huevo batido para pintar los bollitos antes de ir al horno
Preparación
Prepara un tangzhong poniendo los ingredientes a calentar a fuego medio hasta obtener una pasta espesa pero bien integrada. Pon la mezcla en un bol, cubre a piel con film de cocina, para que no se reseque la superficie, y deja que se enfríe hasta que llegue a temperatura ambiente.
Pon en un cazo el vaso de leche, el azúcar, la mantequilla y la sal, y mezcla a fuego medio hasta que la mantequilla se derrita, sin que llegue a hervir en ningún momento.
En la cubeta de la amasadora, mezcla la harina y la levadura. Añade la mezcla del cazo (leche, azúcar, mantequilla y sal) y amasa. Añade el tangzhong y mezcla. Termina añadiendo los huevos batidos, y amasa todo unos 5 a 10 minutos hasta conseguir una masa bien trabada, lisa y brillante.
Cubre con film de cocina o un paño, y deja que la masa haga un primer levado durante una hora más o menos. Prepara una bandeja de horno y úntala generosamente con aceite o mantequilla. Una vez la masa ha completado el levado, divídela en bolitas (saldrán unas 20). Idealmente, pesa la masa y divídela en piezas de igual tamaño, formando los bollitos en una superficie de trabajo muy ligeramente enharinada (o alternativamente, con un poco de aceite). Coloca los bollitos en la bandeja dejando espacio entre ellos, porque volverán a crecer.
Deja que hagan un segundo reposo por unos 30 minutos. Precalienta el horno a 180º, pinta con huevo batido y lleva al horno unos 25 minutos. Puedes cubrirlo con papel de aluminio los primeros 10 minutos para que no se tuesten demasiado.
Una vez fuera del horno, desmolda y deja enfriar en una rejilla para que la base no quede húmeda al enfriar en la bandeja.
Pon en un cazo el vaso de leche, el azúcar, la mantequilla y la sal, y mezcla a fuego medio hasta que la mantequilla se derrita, sin que llegue a hervir en ningún momento.
En la cubeta de la amasadora, mezcla la harina y la levadura. Añade la mezcla del cazo (leche, azúcar, mantequilla y sal) y amasa. Añade el tangzhong y mezcla. Termina añadiendo los huevos batidos, y amasa todo unos 5 a 10 minutos hasta conseguir una masa bien trabada, lisa y brillante.
Cubre con film de cocina o un paño, y deja que la masa haga un primer levado durante una hora más o menos. Prepara una bandeja de horno y úntala generosamente con aceite o mantequilla. Una vez la masa ha completado el levado, divídela en bolitas (saldrán unas 20). Idealmente, pesa la masa y divídela en piezas de igual tamaño, formando los bollitos en una superficie de trabajo muy ligeramente enharinada (o alternativamente, con un poco de aceite). Coloca los bollitos en la bandeja dejando espacio entre ellos, porque volverán a crecer.
Deja que hagan un segundo reposo por unos 30 minutos. Precalienta el horno a 180º, pinta con huevo batido y lleva al horno unos 25 minutos. Puedes cubrirlo con papel de aluminio los primeros 10 minutos para que no se tuesten demasiado.
Una vez fuera del horno, desmolda y deja enfriar en una rejilla para que la base no quede húmeda al enfriar en la bandeja.
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