Estos panecillos son una versión
de unos bagels de dos ingredientes que circulan por ahí desde hace tiempo (yo los
he visto atribuidos a Weight Watchers, pero quién sabe). A mi hija le dio por
hacerlos un par de veces, y a pesar del escepticismo general, salieron no solo
comestibles, sino muy ricos. Poco tiempo después me crucé con una versión
adaptada sin gluten, pero con la misma idea. Esta vez, en lugar del formado en
rosquilla, eran panecillos individuales. Una de las cosas más difíciles de
sustituir cuando cocinas sin gluten, y que más echo de menos es el pan. Así que
no dejo de darle vueltas a cada receta que cae en mis manos para intentar tener
opciones mientras aprendo a comer con menos sin pan. Esta fue una
sorpresa de lo más agradable, porque el resultado es muy, pero que muy
aceptable. Estos panecillos están genial si vas a hacer una merienda o una cena
de bocadillo y no quieres tener que quedarte al margen. La masa, como casi
todas las masas sin gluten, no se trabaja demasiado bien, así que es posible
que necesites mojarte las manos para darle forma. Puede que te resulte un poco
difícil darle forma, pero es normal, no son masas ideales. Y lo que sí que te
recomiendo es que los comas al momento, porque aunque aguantan unos días en un
recipiente hermético, a mí me gustaron menos pasado el primer día. No es que se
pusieran duros, sino que yo les he notado más acidez, que tiene sentido porque
llevan mucho yogur. De todos modos, con ingredientes muy normales, y con poco
esfuerzo, estos panecillos te solucionan los bocatas cuando tengas muchas,
muchas ganas de uno decente.
1 cdta de goma xantana (omite si tu mezcla de harinas ya la tiene)
2 cdtas de levadura de repostería
1 cdta de sal
1 cdta de azúcar
340 gr de yogur desnatado sin azúcar
2 claras de huevo (50gr)
Preparación
Precalienta el horno a 190º y prepara una bandeja con papel de hornear. En un bol grande, pon la harina, la goma xantana, la levadura, la sal, el azúcar y mézclalo todo. Incorpora a la mezcla el yogur y las claras, y mezcla hasta que se empiece a formar una masa. Usa las manos para formar una bola de masa. Pon la masa en una superficie ligeramente enharinada, y amasa hasta que esté un poco más lisa. Divide la masa en ocho porciones iguales y haz una bola con cada una de ellas. Usa las palmas de las manos en cada extremo y dale forma de cilindro, apretando del centro, hacia las puntas. Cierra los extremos de la masa a cada lado para que queden formados los panecillos. Pon las piezas formadas en las planchas de horno, dejando suficiente separación. Lleva al horno, unos 25 minutos, o hasta que las barritas hayan subido y estén ligeramente tostadas. Deja que se enfríen ligeramente en la bandeja del horno, y sirve templados. Se pueden congelar, o usar en un par de días si los guardas en un bote hermético, aunque van cogiendo acidez si no se consumen de inmediato.
Tienen una pinta genial! 👍🏻besinos
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