Ambiente otoñal completo también en estas fotos de hoy. Muchas veces, una rebanada de pan bien acompañada me basta para hacerme muy, muy feliz. Da igual si el pan el casero o comprado. Da igual si lo que estás haciendo es un desayuno fuerte, un almuerzo, o una cena. Basta con echarle un poco de imaginación y en unos minutos improvisas un plato delicioso.
Uno de esos casos suele ser la cena del domingo. Perezosos, sin demasiado hambre, alguien se pone en marcha para cenar sin un plan, que suele empezar con un “yo no quiero cenar, igual un poco de yogur con fruta”. Y de pronto me miran y me dicen: espera, te vas a hacer algo rico? No hace falta que sea gran cosa. Simplemente, en un par de minutos, basta con poner juntas un par de cosas de la despensa, o de la nevera, y se les ilumina la cara.
Esta de hoy es una combinación más dulce que salada, que para mí sería más un desayuno o una comida ligera. Pero en realidad, la puedes tomar cuando quieras. Yo, personalmente, prescindo de la miel o el sirope, porque no me gusta demasiado el dulce. Las nueces le dan un toque crujiente perfecto y terminan a la perfección esta combinación clásica de peras y queso azul. Seguro que si te preparas una también hay alguien más que se apunta. Ya verás.
Tosta de peras, queso azul y nueces
Ingredientes
Corta el pan en rebanadas y reserva. Pela y corta las peras. Ponlas en un bol de agua fría con una cucharadita de zumo de limón para que no se oxiden mientras terminas de preparar las bruschettas. Tuesta el pan, añade las peras bien escurridas (mejor usa papel de cocina) y espolvorea con trocitos del queso desmigado y las nueces. Justo al servir, añade la miel o el sirope si lo usas.
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