Una cremita caliente apetece siempre, y ahora, con estos días tan cortos, todavía más. Yo es que soy muy fan de cremas y sopas, -si os dais una vuelta por el blog veréis que hago muchas-, y es que, aunque no todos me siguen en casa, a mí me apetecen siempre.
Cuando vivía en España solía tomarlas como primer plato. Desde que estoy fuera, las sopas se han ido haciendo algo más contundentes y ahora son una comida rápida o una cena ligera, sobre todo si las enriquezco con arroz, legumbres, o pollo.
Esta es de una sencillez absoluta, pero tiene la belleza no solo del color de la zanahoria, que te alegra los días grises de diciembre, sino el punto picante del jengibre, que levanta un poco el sabor del conjunto. A mí la zanahoria en crudo me encanta, pero cocinada me resulta dulzona y plana de sabor. Un poco de jengibre le va perfecto. Si te apetece, añádele también un golpe de cúrcuma. Ganará en color (intensificando el naranja), en sabor, y en propiedades antiinflamatorias.
La tomes como la tomes, te va a encantar. Por mí que no quede darte opciones.
A disfrutarla.
Crema de zanahorias, jengibre
Ingredientes
1 cucharada de aceite de olivaIngredientes
1 cebolla pequeña picada fina
1 diente de ajo picado
20 g de jengibre fresca, pelado y picado picado
200 g de zanahorias picadas
300ml de caldo de verduras
Pimienta negra molida
Aceite de oliva virgen extra para servir
Preparación
Calienta el aceite en una cacerola pequeña a fuego medio. Añade la cebolla y cocina 2-3 minutos. Agrega el ajo, el jengibre y las zanahorias y cocina 5 minutos, revolviendo ocasionalmente.
Añade el caldo, rectifica de sal y pimienta. Lleva a ebullición, reduce el fuego, cubre y deja que se cocine a fuego lento unos 20 minutos, o hasta que las zanahorias estén suaves.
Tritura con una batidora de pie hasta que tengas una crema suave, vuelve a calentar si es necesario. Sirve en boles y añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra y un golpe de pimienta negra recién molida.
Añade el caldo, rectifica de sal y pimienta. Lleva a ebullición, reduce el fuego, cubre y deja que se cocine a fuego lento unos 20 minutos, o hasta que las zanahorias estén suaves.
Tritura con una batidora de pie hasta que tengas una crema suave, vuelve a calentar si es necesario. Sirve en boles y añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra y un golpe de pimienta negra recién molida.
Que rica, pasame un cuenquito para la cena, besos
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