Aquí llevamos en lockdown como lo llaman aquí desde el día de St Patrick´s, el 17 de marzo. Unas tres semanas sin salir a otra cosa que no sea una compra imprescindible de comida.
No hemos parado de trabajar, porque mi marido y yo tenemos un trabajo de oficina que se puede hacer en remoto sin problemas. Eso significa que estamos trabajando jornadas completas con nuestras hijas estudiando en casa; y teniendo que asumir además lo que supone que estemos todos en casa todo el tiempo: más comidas, más tareas domésticas. Así que en mi caso no aplica ni por asomo todo eso de encontrarte con más tiempo en las manos. De hecho, estoy contando los días que quedan para Semana Santa, para poder dejar de trabajar y ver si tengo todo ese tiempo que todo el mundo dice que se ha encontrado de repente.
Entre tanto, estamos intentando sacar lo mejor posible de este momento tan extraño. Estamos sanos, estamos juntos.
Dicen que las dos trampas que nos hacemos los seres humanos es rumiar el pasado y quedarnos atrapados en él o fantasear sobre el futuro. Las dos cosas nos impiden vivir el momento y esa es una trampa que nos hacemos a nosotros mismos.
Yo había esatdo de acuerdo con eso muchas veces.
Pero con este encierro me he dado cuenta de que eso es mentira. De verdad.
Quedarte en el pasado es absurdo, pero los recuerdos te hacen lo que eres y en ciertos momentos, como éste, son el refugio que necesitas para sonreír al presente.
Sí que puedes hacerte trampas fantaseando con el futuro. Pero cuando no puedes proyectarte hacia el futuro, el presente no tiene sentido.
Necesitamos proyectos, necesitamos planes, necesitamos sueños para que hoy tenga sentido. Y no saber cuándo, cómo, ni en qué condiciones acabará esto está quitándole la alegría al hoy.
Demasiado profundo para un blog de cocina, ya sé.
La excusa hoy son unas crackers de queso que sirven para dos cosas. Yo las he usado para aprovechar los trocitos de queso que se me han ido quedando descolgados por el frigo. Aquí compro el cheddar en trozos grandes y saco lonchas o lo rallo directamente, así que no es raro que me vayan quedando trozos que no puedo aprovechar para ninguna de las dos cosas. Y la segunda es que cuando no tienes nada para el aperitivo salado pero quieres evitar salir a la calle, esta es una opción perfecta.
Galletitas de queso y semillas- Crackers
Ingredientes
215 g de harina de trigo
100 g de queso (preferiblemente Cheddar, pero cualquier otro semicurado servirá)
125 g de agua
50 g de aceite de oliva suave
1 cucharada sopera de orégano
1 cucharadita de sal
2 cucharadas soperas de pipas de girasol crudas y peladas
1 cucharada sopera de semillas de sésamo
Preparación
Precalienta el horno a 180ºC. Pon todos los ingredientes en un bol y mézclalos bien hasta conseguir integrarlo todo. Divide la masa en dos bolas. Estira cada bola con un rodillo entre dos hojas de papel de horno o de silicona, hasta conseguir una plancha de unos 2 milimetros de grosor. Corta con un cuchillo afilado la masa formando cuadrados de igual tamaño.
Lleva la bandeja al horno ya precalentado y hornea unos 15 minutos. Controla los últimos minutos, para evitar que se quemen los bordes, y retira antes si se tuestan muy rápido. Deja enfriar y separa las galletas. Una vez completamente frías, puedes guardar las crackers en un recipiente hermético una semana en perfecto estado (si consigues que aguanten tanto).
Macu tienes suerte, estar en casa con tu familia y poder seguir trabajando, ya es algo positivo. Los que se han visto obligados a quedarse en casa, y además han perdido su trabajo, sin expectativas a tener posibilidades de regreso, es un poco por no decir un mucho, terrible, pero siempre que tengamos salud, también tiene sus cosas buenas. Hay que seguir adelante, esto lo vamos a superar con sacrificio y colaboración, luego ya pensaremos en la economía, de todo se sale, por cosas peores hemos pasado, aunque muchos no tengan memoria.
ResponderEliminarTus galletitas son ideales, tienen ese puntito salado para poner la chispa a la vida tan necesaria estos días.
Disfruta de los días en casa, algún día lo miraremos como algo insólito y seguro que irrepetible, como ese viaje tan bonito que todos deseamos hacer en algún momento, pero soñar es gratis y también es una buena terapia para mantener una buena salud mental después de este golpe duro de realidad.
Besos
Tienes toda la razón, Concha. Tengo suerte de tener trabajo, tenemos suerte de estar todos bien en medio de esta locura.
EliminarGracias por recordármelo.
Un abrazo enorme.
Macu
Un par de preguntillas, Macu. ¿el queso se pone rallado (grueso)?¿la masa queda suave como para usarla co pistola de galletas?
ResponderEliminar¡Gracias de antemano!
Hola, Yo en esta ocasión puse el queso en trocitos, porque eran restos que no podía aprovechar para otra cosa, pero creo que lo ideal es ponerlo rallado grueso. No creo que puedas usarla con la pistola de galletas, porque esta masa no tiene tanto contenido graso. La pistola necesita masas con una proporción de mantequilla muy alta y esta masa no creo que te sirva para eso. Si quieres mejorar la presentación, puedes cortar los bordes con un cortador rizado, como los que hay para el hojaldre o los ravioli.
EliminarUn abrazo.
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