No importa que no te guste el té -o que creas que no te gusta- cuando hace un calor infernal y lo único que quieres es beber algo helado, ten preparado un poco en la nevera. Si te gusta el té frío comercial, te preguntarás por qué no lo haces siempre tú. Y si no te gusta, te darás cuenta de que en realidad, sí que te gusta. Te encanta. es sólo que todavía no lo sabías.
Té helado con frutas
3 o 4 bolsitas de té (dependiendo de cómo te guste de fuerte)
2 litros de agua
Azúcar moreno al gusto
1 limón
2 nectarinas
Unas hojitas de menta para servir
Preparación
Calienta el agua en una tetera o en un cazo. Cuando rompa el hervor, retírala del fuego y añade el té. Infusiona unos minutos al gusto (de 3 a 5 minutos, según cómo te guste de fuerte). Retira las bolsitas y añade el azúcar. Déjalo ligeramente dulce, porque al enfriar resulta más amargo al paladar. Deja enfriar completamente a temperatura ambiente. Una vez frío, añade el limón en rodajas y las nectarinas cortadas en gajos y lleva al frigorífico hasta el momento de consumir. Sírvelo con hielo y acompáñalo con unas hojitas de menta.
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