He estado unos días de vacaciones. Como muchos de vosotros, espero. Los que me seguís habitualmente sabéis que llevo unos meses viviendo en Belfast, en Irlanda del Norte. Desde entonces apenas he tenido tiempo ni oportunidades de hacer demasiado turismo. Bastantes viajes de trabajo, pero poco más. Por fin esta semana me tomé unos días para descubrir una parte del norte de Irlanda, esta vez, en la República. He pasado estos días en la zona más al norte de la isla de Irlanda. He visitado el cabo desde el que, como a ellos les gusta decir, por delante solo hay Atlántico, Groenlandia, y más lejos, América. He visto -y olido- ovejas, vacas, caballos y granjas de la Irlanda rural. He visitado pueblos minúsculos conservados como auténticas postales, he bebido cerveza negra en pubs muy, muy antiguos, y he escuchado música melancólica de violines, buzuqis y acordeones, y me ha sorprendido lo que he disfrutado del silencio, de los días sin conexión a Internet, del ritmo pausado, del sol (sí, el sol!!!), y el aire limpio con olor a algas y a mar (y a granja, también). Me ha sorprendido porque me interesa mucho más visitar ciudades que salir al campo, ver paisajes, caminar. O eso pensaba. Han sido unos pocos días, pero os aseguro que la experiencia es de lo más recomendable. Todo lo que hayáis oído de los paisajes irlandeses es cierto. Y seguramente un poco más.
Sus bosques
Playas espectaculares
espectaculares
No es donde yo me bañaría, pero os aseguro que había gente en el agua la tarde que estuvimos aquí. Habitualmente hacen surf en estas playas y tiene que ser una sensación única, seguro. Yo creo que tardaría en acostumbrarme al dolor de cabeza que te provoca el frío intenso la primera vez que te hundes en el agua helada, pero supongo que con algo de tiempo y de práctica, todo llega. Después de todo, ya me he bañado antes en el mar del Norte ;-)
Prados de un verde intenso, brillando al sol y dando nombre a la isla Esmeralda
Puertas rojas, también en los cottages junto a la playa (no sólo en Dublín) Yo tengo debilidad por estas puertas.
Ovejas, de cabeza y patas negras, dueñas del paisaje irlandés, vayas donde vayas
Vistas magníficas
Sol
Sobre playas inmensas y desiertas esta mañana
Bosques tan de cuento que mi hija pequeña me preguntó muy seria si los trolls eran personajes imaginarios o existían de verdad cuando entramos. El paisaje es tan sobrecogedor que me temo que esperaba verles aparecer detrás de cada árbol
Como estos
Rocas
Y nubes sobre ellas
Atardeceres oscuros y dramáticos que parecen sacados de una triste canción irlandesa
Y alguna ciudad, en el Noroeste
Al pie de las murallas
Bueno, si has llegado hasta aquí te mereces, como mínimo, una merienda típica. Ahora mismo supongo que me ves como a esa amiga que vuelve del viaje de novios y se empeña en enseñarte todas sus fotos. Lo bueno es que si nada de lo anterior te interesa habrás hecho un scroll rápido y habrás llegado hasta aquí buscando esta receta.
Esta receta de hoy es una de las cosas más típicas que puedes encontrar en cualquier esquina de Irlanda y de Inglaterra. Estos bollitos se llaman scones y se sirven habitualmente con el té, acompañados de nata y mermelada. Yo los he hecho con unas frambuesas, que ayudan a que sigan jugosos un poco más de tiempo, y hacen que se puedan comer solos, si prefieres. Eso sí, siempre, siempre, acompañados de café o te. Son demasiado contundentes para comerlos a palo seco.
He adaptado esta receta del libro 100 Great breads, de Paul Hollywood. El usa pasas en lugar de frambuesas, y hace el doble de cantidad. Yo me he limitado a hacer media docena de scones, porque para nosotros es suficiente. Si te apetece doblar las cantidades, con el mismo trabajo la receta sale perfecta, porque es la original, y aguantan bastante bien un día o dos en una lata metálica bien cerrada. De todos modos, la mejor manera de disfrutarlos es recién hechos, no humeantes, pero sí todavía templados. Si lo haces en una tarde lluviosa delante de una ventana y le echas un vistazo a las fotos, espero que por un ratito te transportes a este lugar del mundo y, como yo, disfrutes de la lluviosa y verde Irlanda.
Scones con frambuesas
Ingredientes (para 6 unidades)
250 gramos de harina de fuerza
1 huevo (y otro más para pintar los scones)
40 gramos de azúcar
15 gramos de levadura de pasteleria (Royal o similar)
40 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
120 gramos de leche
50 gramos de frambuesas (frescas o congeladas)
Preparación
Precalienta el horno a 220º. Pon todos los ingredientes, excepto las frambuesas y el huevo para pintar los scones, en la amasadora, y mezcla unos 2 minutos a velocidad baja (o con la batidora de mano y el accesorio amasador). Si lo haces a mano, ponlos en un bol grande y amasa hasta integrar los ingredientes (unos 5 minutos). Añade las frambuesas a la masa y ponla sobre una superficie enharinada. Extiéndela con el rodillo formando una plancha de unos 5 cm de alto. Con un cortapastas redondo (o un vaso), corta los scones y ponlos en una bandeja de horno preparada con papel de hornear o una lámina de silicona. Pinta con el huevo batido. Si tienes tiempo, dejalos reposar en el frigorífico media hora antes de llevarlo al horno para que suban mejor. Si no lo tienes, lleva la bandeja al horno y hornea durante unos 15 minutos. Pásalos a una rejilla para que se enfríen ligeramente, y sírvelos todavía templados.
Desde luego hay unos paisajes de cuento, no me extraña que tu hija pensara que saldrían trolls, yo también lo pensaría!! Y si acaso me arriesgaría a meter un pie en esas aguas aunque solo fuera por decir que la he probado, jajaja. Me han encantado, unas fotos preciosas. En cuanto a los scones, son una maravilla, sobre todo con un poco de mermelada. Un toque genial con las frambuesas.
ResponderEliminarUn beso!!
Mil gracias, Marta. La verdad es que todo lo que hayas oido del paisaje irlandés, es cierto. Y no hemos hecho más que empezar a descubrirlo!
Eliminar¡Que preciosidad! Muchas gracias por compartirlas, invitan a soñar, son paisajes de novela (eso me pasa por leer tanta romántica ambientada en Irlanda, ya ves).
ResponderEliminarMe quedo también con los scones, que se ven estupendos.
Besos.
Marhya (enmilbatallas.com)
Que disfrute! he descansado la vista con estos paisajes, y me puedo imaginar en vivo y en directo, te renuevan energías, aunque yo tampoco me bañaría en esas playas!
ResponderEliminarLos escones tengo pendiente hacerlos un día de estos, y si encima me transportan a Irlanda, ya estoy tardando. Curiosamente he visto que nuestra amiga Teresa también los ha hecho estos días. Un beso muy fuerte!!!
A mí me encanta mirar estas fotos, así es que disfruto como lo haría la amiga incondicional de la novia ;-) Esas playas rocosas y desiertas me recuerdan bastante a las gallegas, pero las praderas y esos bosques de trolls son inigualables..
ResponderEliminarLos scones na delicia! Yo los probé salados, pero con versión dulce tienen que estar buenísimos.
Gracias por el post!
Besos
Mi Norte y el de ellos es muy parecido.
ResponderEliminarMe alegro que te vaya bien.
Besos, preciosas fotos
Marialuisa
Que bonito todo! nunca he estado en Irlanda pero me está apeteciendo, y no solo para comer scones... jaja
ResponderEliminarNo he podido dejar de ver las fotos y soñar que alguna vez podré conocer esos lugares. Si bien a los limeños nos llama todo lo que sea verde porque aquí todo es árido, no hay duda que esos lugares son maravillosos, y es para inspirar a cualquiera.
ResponderEliminarJope, cuando dices que has visto y olido, ovejas, vacas, caballos, es como mi día a día en casa, como me recuerda a mi tierrina, el verdor, las playas.. precioso. Y esos maravillosos scones que nos traes, mmm ya me imagino la mañana ligeramente nublada, los praos en la ventana, el café recién echo.. Me ha encantado. bssss
ResponderEliminarMe encantó tu entrada y me quedé pegada con esas fotos, que sitios tan llenos de encanto!, me hubiese gustado ver la cara de tu hija, al adentrarse en el bosque a la espera de los trolls, je.
ResponderEliminarQue belleza, espero que sigas compartiendo parte de tus escapadas o el entorno donde vives.
La receta me resulta tentadora, podría probar para hacerlos.
Besos.
Que pasada de paisajes, te envidio! Seguro que habrá sitios espectaculares que fotografiar y conocer.
ResponderEliminarLos scones me encantan, hace tiempo que no los hago y a mi hija les encanta. Te han quedado fantásticos.
Besos y sigue disfrutando de Irlanda
Wowwwwww qué bonito y espectacular!!Un turismo de los que me gusta. Felicidades por esa desconexión que siempre hace falta. Sobretodo me encantó esa música con violines y que hayas bebido una buena cerveza negra en un pub antiguo. Algún día tengo que ir. Gracias por compartir tus exoeriencias. Lindo!!Lourdes bcn.
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