Supongo que tiene que ver con el modo en que aprendí a cocinar. Creo que alguna vez ya he comentado que mi madre es una muy buena cocinera. Sobre todo, ella es la chef de su cocina. Mientras crecía, en casa todos ayudábamos con las tareas domésticas. Más allá de apagar un guiso del fuego que ella ya había dejado previamente preparado, no era mucho lo que nos dejaba hacer en la cocina. Recogíamos el cuarto, poníamos o quitábamos la mesa, y otras tareas de casa, por turnos. Pero cocinar nunca fue algo en lo que ella se permitiera delegar. No tengo idea de por qué, la verdad, pero por la razón que sea fue así.
De este modo, salvo algunas indicaciones de palabra, tenía, por decirlo suavemente, muy poca experiencia en la cocina cuando me fui a un piso de estudiantes durante la carrera. Así que ahora podéis entender lo de abrir la nevera e intentar hacer algo con lo que fuera que hubiera allí dentro. Eramos un grupito de amigas tan organizado que cuando una cocinaba otra iba a la compra, con lo que os podéis hacer idea de la cantidad de días que faltaban la mitad de los ingredientes o que había comida a la que no sabías bien qué uso darle. Además, en ese momento, todo lo que fuera pasar más de 5 minutos cocinando se me antojaba una pérdida de tiempo inadmisible, como si todo el resto de mis actividades fuesen terriblemente más importantes y urgentes de atender. Total, que para cuando me interesó la cocina yo ya tenía de largo una buena tradición de improvisación y mezcla más que asentada en mi memoria. Después, con las niñas pequeñas, digamos que hice de la necesidad virtud y mejoré mis habilidades para conseguir que tomara forma algo a lo que apenas podía dedicar unos minutos, interrumpido por las continuas demandas de un bebé.
Así que llegamos hasta hoy. Las niñas están creciendo, pero mi modo de acercarme a la cocina sigue siendo muy práctico, y muy lúdico. Práctico porque mi vida, como la de casi todo el mundo, tiene unos horarios imposibles y no puedo dedicarle el tiempo que a veces me gustaría, así que en lugar de perseguir tener más tiempo, que no es algo que vaya a cambiar en breve, he tenido que optar por conseguir resultados aceptables en un momento; y lúdico, porque me gusta cocinar y ya tengo tantas obligaciones a lo largo del resto del día que esos pocos minutos que puedo pasar cocinando, intento que sean tan divertidos como pueda.
Por eso: no, no sigo una receta. Rara vez puedo dedicar tiempo a hacer una compra en el mercado, a elegir el producto y demás, si no se trata de un evento especial. La mayoría de las veces algo me da una idea y ya el resto funciona solo, con mucho de intuición y cada vez más de experiencia. Y sobre todo, con el método más antiguo y más seguro que existe para aprender: prueba y error, y practicar, practicar y practicar. Así que con una ligera idea de lo que debía ser el plato final, hice este.
Otra vez uso pasta filo, ya os dije que últimamente me da mucho juego. Hay que tener cuidado de que no se tueste demasiado, -como podéis ver que me pasó a mí-, porque ya veis que lo de estar haciendo varias cosas a la vez es lo que tiene: hay daños colaterales como éste.
En mi descargo diré que de sabor estaban muy bien, y por eso me animo a publicarlas.
Tartaletas de carne especiada con yogur
Ingredientes (para 6-8 unidades)
200 gramos de carne picada (mezcla de ternera y cerdo)
1/2 cebolla
Aceite de oliva
1 cucharadita de ras-el-hanout
2-3 cucharadas de agua (o de caldo de carne)
8-10 hojas de pasta filo
125 ml de yogur griego para acompañar
Preparación
Poner el aceite en una sartén y sofreir la cebolla a fuego medio. Cuando casi esté hecha, añadir 1 o 2 cucharaditas de ras-el-hanout y mezclar bien. Añadir la carne, darle unas vueltas a fuego fuerte, para que pierda su color crudo, añadir unas cucharadas de agua o caldo, rebajar el fuego y dejar cocinar unos 10 minutos.
Precalentar el horno a 180 grados. Pintar con aceite unos moldes individuales del tipo de los de madalenas. Doblar una hoja de pasta filo sobre sí misma formando un cuadrado un poco más grande que el molde y cortar con unas tijeras los pliegues que quedan doblados en el borde, para que queden todas las láminas a la vista. Poner en los moldes, rellenar con la carne y llevar al horno unos 8-10 minutos, o hasta que la pasta empiece a tostarse. servir templados acompañados de yogur griego, queso freco batido, o tipo quark, o similar. Espolvorear con un poco de Ras-el- hanout si se desea.
Por eso: no, no sigo una receta. Rara vez puedo dedicar tiempo a hacer una compra en el mercado, a elegir el producto y demás, si no se trata de un evento especial. La mayoría de las veces algo me da una idea y ya el resto funciona solo, con mucho de intuición y cada vez más de experiencia. Y sobre todo, con el método más antiguo y más seguro que existe para aprender: prueba y error, y practicar, practicar y practicar. Así que con una ligera idea de lo que debía ser el plato final, hice este.
Otra vez uso pasta filo, ya os dije que últimamente me da mucho juego. Hay que tener cuidado de que no se tueste demasiado, -como podéis ver que me pasó a mí-, porque ya veis que lo de estar haciendo varias cosas a la vez es lo que tiene: hay daños colaterales como éste.
En mi descargo diré que de sabor estaban muy bien, y por eso me animo a publicarlas.
Tartaletas de carne especiada con yogur
Ingredientes (para 6-8 unidades)
200 gramos de carne picada (mezcla de ternera y cerdo)
1/2 cebolla
Aceite de oliva
1 cucharadita de ras-el-hanout
2-3 cucharadas de agua (o de caldo de carne)
8-10 hojas de pasta filo
125 ml de yogur griego para acompañar
Preparación
Poner el aceite en una sartén y sofreir la cebolla a fuego medio. Cuando casi esté hecha, añadir 1 o 2 cucharaditas de ras-el-hanout y mezclar bien. Añadir la carne, darle unas vueltas a fuego fuerte, para que pierda su color crudo, añadir unas cucharadas de agua o caldo, rebajar el fuego y dejar cocinar unos 10 minutos.
Precalentar el horno a 180 grados. Pintar con aceite unos moldes individuales del tipo de los de madalenas. Doblar una hoja de pasta filo sobre sí misma formando un cuadrado un poco más grande que el molde y cortar con unas tijeras los pliegues que quedan doblados en el borde, para que queden todas las láminas a la vista. Poner en los moldes, rellenar con la carne y llevar al horno unos 8-10 minutos, o hasta que la pasta empiece a tostarse. servir templados acompañados de yogur griego, queso freco batido, o tipo quark, o similar. Espolvorear con un poco de Ras-el- hanout si se desea.
NOTA: Como he dicho antes, esta receta es más una guía que una receta en sí misma. Puedes cambiar el ras-el- hanout por curry, o reutilizar un resto de boloñesa para rellenar estas tartaletas. Y si prefieres una opción dulce, puedes rellenar la pasta filo de unas frutas salteadas con azúcar y acompañarlo de yogur o una natilla o un helado de yogur, nata o vainilla, o caramelo, y tienes un postre delicioso. ¿Hace falta que siga? ¡Ya veis que empiezo y no paro! Feliz semana.
Una pinta riquísima! Yo también soy de guiarme sin medidas en la cocina y luego para transcribir las recetas tengo que tener un cuidado ayyyy. Estas tartitas tienen una pinta estupenda!
ResponderEliminarPues yo las veo perfectas y muy apetecibles! A mí me pasó algo parecido, en casa mi madre cocinaba y punto.... cocinaba bien y yo no estaba demasiado interesada en hacer nada que no fuese alisarme el pelo, ya sabes, esa edad maravillosa... mi caso aún fué peor porque en la facultad vivia en un colegio mayor y no en un piso de estudiantes así que me encontre recien casada en mi flamante cocina que no sabía ni como encender! Las dos hemos sido muy espabiladas y a base de improvisaciones, errores y aciertos, aquí estamos y en tu caso ofreciéndonos una ricura detras de otra. Besos
ResponderEliminarQue rico y que bien explicada está la receta de carne, es un plato para incluir en la carta de los mejores restaurantes, al menos, para los que nos apasiona la carne.
ResponderEliminarUna receta estupenda, me gusta mucho, pues tengo carne picada, asi que igual me animo.
ResponderEliminarBesines
Pues a mi me parece una receta muy interesante y me la apunto. Me encanta como te ha quedado y tiene que saber genial. Un beso!
ResponderEliminarMe gustan mucho las salsas de yogur siempre vienen bien para acompañar carnes o incluso algunos pescados y la idea de las tartaletas me parece muy original
ResponderEliminarun beso!
hoysonrioalespejo.blogspot.com
La presentación es perfecta sin duda entra por los ojos, pero encima los ingredientes son perfectos y el yogur que original!! 1 besin
ResponderEliminarDelicioso
ResponderEliminarMe ha encantado el nombre de tu blog!!!voy a cotillearlo un poco jaja
ResponderEliminarwww.harinayhuevo.com
Me parece una idea estupenda esta que propones, tienen que ser unas tartaletas deliciosas y para triunfar en la mesa.Me ha gustado mucho leer la historia de tus inicios en la cocina, muy tierna y qué razón tienes, la mejor manera de aprender es experimentando y fallando, aprendiendo de tus propios errores, la vida misma, ¿no crees?
ResponderEliminarsanto cielos, que maravilla de tartaletas, mmmmmmmmmmmmmmmmm una completa delicia y con una presentacion inmejorable. woo, con tu permiso me llevo una.
ResponderEliminarUn abrazo
Ja,ja.... veo un atisbo de culpabilidad!!! para mi la creatividad es fundamental en esta vida y la necesidad sin duda, estimula la creatividad. Me encanta tu receta y yo como no tengo pasta filo, con tu permiso la haré con pan de pita, que el otro día compré sin ningún fin especial. Me encanta tu post!!!
ResponderEliminarUn besazo
Hola¡¡¡, te he visto entre los comemantarios de un blog y vengo a conocerte, me gustan mucho tus recetas, tienes un blog genial, ojala el mio algun dia se parezca al tuyo, me quedo siguiendote.
ResponderEliminarUn besote
Leyendo la forma en la que aprendiste a cocinar me recuerda a cómo empecé yo. Y también a veces me resulta escribir las recetas porque no anoto cantidades. Me encanta tu idea de receta. Me parece perfecta y atractiva. Besos.
ResponderEliminarUn rico bocado!! Besitos
ResponderEliminarEn estos tiempo en los que todo el mundo vive apurado y con mil cosas que hacer no tenemos más alternativa que buscar recetas rápidas de hacer, como esta, que me parece una magnífica idea.
ResponderEliminarSabes, cuando niña mi mami era igual, si ella cocinaba nosotros podiamos ver lo que hacía o ayudar con los platos, pero tocar las ollas, de ninguna manera...!!!
La idea me encanta, queda precioso y super apetecible. Y la receta también, porque con la pasta filo y el ras el hanout, me parece espléndida.
ResponderEliminarBesos.
Me encantan estas recetas-ideas son mis preferidas con ideas y variedades
ResponderEliminarBss
Patricia
Tanto el Ras el Hanout como el curry me gustan y estas pequeñas tartaletas se ven una delicia.
ResponderEliminarBesos.
Lo importante creo yo es quedarse con la idea ...y después crear uno mismo según sus gustos ...me ha encantado esta propuesta y con esas salsita ..me gusta mucho y las fotos geniales ...uhmmmm me imagino el sabor ..rico rico bsssMARIMI
ResponderEliminarMe parece una idea genial, es un entrante sabroso y diferente.
ResponderEliminarMe siento muy identificada con eso que dices de cocinar improvisando, ese uno de los motivos por los que hay tan pocas recetas saladas en mi blog, cocino por intuición, no apunto las cantidades y claro... después no hay manera de publicarlo, jeje
Bicos
Qué apetitosas estas tartaletas, y esa idea del yogur ya me ha enamorado! un beso guapa
ResponderEliminarCalla anda, que te han quedado fenomenales y eso de no entrar en la cocina de pequeña veo que no siguió su curso, todo lo contrario, eres una estupenda cocinera, así que lo llevas en la sangre hija!!! Esta receta me encanta por todo lo que lleva, yo también ando todo el día con la filo, es tan socorrida y tan deliciosa!! Tengo un ras el hanout recién llegado de Marrakech que ya verás el buen uso que le voy a dar!! Me la llevo!!
ResponderEliminarBesoss
A mi me pasa eso exáctamente, no tengo momento de ir al mercado y comprar lo que quiero cocinar. La mayor parte de las veces abro la nevera y puff.... ¡a improvisar!
ResponderEliminarMe ha hecho gracia eso de que fuéseis tan ordenadas en la universidad... una compraba y otra cocinaba jejejeje
Estar tartitas se ven muy ricas igualmente, voy a comprar filo en la próxima salida mercaderil. Besotes
Te quedaron muy lindas y tentadoras. Me encantan estos tipos de tartas como aperitivos. Están soñadas!!
ResponderEliminarBss
Tita
La masa filo da siempre un resultado espectacular. La carne especiada acompañada de yogur es perfecto!!
ResponderEliminarQue maravilla de receta y que presentación tan sumamente bonita. Me imagino la combinación de sabores y me derrito.
ResponderEliminarBesos.
Que apetecible y que presentación tan chula has hecho. Me rechifla la masa philo en la cocina, queda maravillosa y si la pones en tartaletas como has hecho tú, DIVINA.
ResponderEliminarQue bueno que hayas llegado a disfrutar tanto de la cocina y que la evolución haya sido in crescendo, me alegra leerlo.
un besazo, guapísima
Me gusta mucho usar el jogurt en recetas saladas, aunque no soy mucho de la carne, pero se ve delicioso.
ResponderEliminarUn beso.
sencillo y seguro que buenísimo... el yogur es un toque perfecto porque le da a todo una suavidad genial!
ResponderEliminarMe encantaron tus tartaletas, qué delicia con el yogurt! la foto divina...me encantó!
ResponderEliminar