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Las Navidades pasadas leí una de esas historias curiosas en un periódico. Una arquitecta había abierto una tienda especializada en roscones en un mercado de Madrid. Lo curioso es que todo empezó porque a su padre le encantaban los roscones y ella estuvo probando hasta dar con la receta perfecta, y a partir de ahí llegó todo lo demás, con un gran éxito incluido. Cuando lo leí pensé que lo mejor que te puede pasar si te encantan los roscones es tener una hija así de dedicada, o alternativamente, vivir en Zaragoza. Allí empezamos a comer roscones en reyes y no paramos hasta la primera semana de febrero. Me explico: primero para reyes, luego por San Valero, que es el patrón de Zaragoza y que como se suele decir -"San Valero rosconero"- lo celebramos con un roscón, y ya que estamos, pues alargamos hasta San Blas, el 3 de febrero. Y los rosconeros, como yo, nos ponemos las botas.
Para mí es el postre tradicional que más me gusta de Navidad, a lo mejor porque más que un dulce es un bollo que puedes rellenar y endulzar a tu gusto. Y es uno de los que más satisfacciones me ha dado al prepararlo en casa. Ya sé que este año hay tantas recetas de roscones que parece que no hace falta ninguna más, pero no me resisto. Para los amantes del roscón, aquí va una receta más, por si tenéis olvidadas las de reyes. Y otras dos excusas para comerlo (como si hicieran falta!). A mí me encanta tal cual, sin relleno. Me quiere recordar al pannettone. Pero admite el relleno que prefieras ponerle: nata montada con azúcar, crema pastelera, crema de chocolate, trufa, moka, cabello de ángel. Y una sugerencia algo diferente pero que le va de maravilla: prueba a comerlo con un poco de crema de limón (lemon curd).
Esta receta que uso yo es realmente sencilla, no tiene grandes prefermentos ni es delicada, y siempre, siempre sale bien (la primera vez que la hice fue hace 2 años, antes de empezar con el blog. Le hice una foto horrorosa con el móvil que aún guardo, porque no podía creer lo que yo había hecho con mis manitas, así que es a prueba de torpes: certificado.) Lo único que tienes que tener es un poco de tiempo y estar pendiente de los tiempos de levado para que no fermente demasiado. Con las cantidades que indico salen dos roscones como el de la foto. Este lo he rellenado con nata, y como andaba con prisa, podéis ver que no estaba tan firme como debería: los gajes del directo, la nata no estaba suficientemente fría. Pero de sabor estaba realmente impecable.
Así que felicidades a todos los Valeros (que ya van siendo pocos, el nombre cada vez se pone menos), a todos los Blases, Blasas, Blais, y demás, y a todos los aficionados a los roscones (estarás conmigo, Kako), que tenéis más motivos para seguir comiéndolos hasta febrero.
Roscón (de San Valero, de Reyes, de San Blas, y en general, de cualquier aficionado al que le apetezca hacerlo en cualquier momento)
Ingredientes (para 2 unidades para 6-8 personas)
500 gramos de harina de fuerza
200 ml de leche tibia
25 gramos de levadura fresca de panadería
100 gramos de azúcar
2 huevos (uno para pintarlo antes de ir al horno)
8 gramos de sal (1 cucharadita)
100 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
1 cucharadita de agua de azahar
Frutas confitadas (para decorar)
Una figurita (opcional, como sorpresa)
2-3 cucharadas soperas de azúcar y unas gotas de agua para decorar (opcional)
2 cucharadas soperas de almendras fileteadas SIN TOSTAR para decorar (opcional)
Para el relleno de nata
200 ml de nata con al menos 35% de grasa bien, bien fría
50 gramos de azúcar glass (o algo más, según te guste de dulce)
Preparación
Mezclar én un bol pequeño la levadura con una cucharadita del azúcar, un chorrito de la leche tibia y un par de cucharadas soperas de harina para formar una masa espesa. La dejamos reposar en un sitio cálido unos 15 minutos, hasta que haya doblado aproximadamente su tamaño.
Por otra parte, en un bol grande, hacer un volcán con el resto de la harina. Agregar en el centro del volcán el resto de la leche, un huevo batido, la sal, el agua de azahar, la mantequilla en trocitos y el resto del azúcar. Mezclar bien con una cuchara de madera o directamente con las manos. Añadir la pasta que hemos hecho al principio con la levadura y amasar sin miedo hasta tener una masa seca, suave, y que no se pegue. Si es necesario añadir más harina, es mejor hacerlo poco a poco. Simplemente, se trata de que la masa no se pegue a las manos, no de que quede dura.
Dividir la masa en dos mitades del mismo tamaño. Si no vas a hacer 2 rosocones, una de las partes se puede congelar haciendo una bola y envolviéndola en papel film en este paso. Para utilizarla, descongélala cuando la vayas a usar y siguer todos los pasos a partir de aquí).
Hacer una bola con la masa, hacer un agujero en el centro con los dedos e ir estirando hacia afuera, hasta darle forma de roscón. Poner en la bandeja del horno cubierta con papel de hornear o con una lámina de silicona para horno. Si vas a aponer la figurita, hazlo en este momento.
El levado del roscón seguramente irá cerrando el agujero central, así que aunque ahora sea grande, puedes ponerle un molde de emplatar redondo, o una taza o algún objeto cilíndrico que resista el calor del horno. Píntalo con aceite y enharínalo para que no se pegue al roscón.
Dejar en un sitio cálido para que fermente y duplique su tamaño; aproximadamente 2 horas.
Precalentar el horno a 220 grados, pintar con el huevo batido y poner encima las frutas escarchadas apretándolas un poco para que no se caigan. Mezclar 2 o 3 cucharadas de azúcar con unas gotas de agua, y repartir esta mezcla, las almendras fileteadas SIN TOSTAR -ya que se tostarán en el horno y si las pones tostadas amargarán al final- y la decoración que le quieras poner por encima, a tu gusto.
Poner en el horno y bajarlo a 180-190 grados. Hornear unos 20 minutos, o hasta que esté tostado.
Sacar del horno, dejar enfriar, y abrir por la mitad con un cuchillo de sierra. Montar la nata (mejor si está muy fría) con el azúcar y rellenar.
500 gramos de harina de fuerza
200 ml de leche tibia
25 gramos de levadura fresca de panadería
100 gramos de azúcar
2 huevos (uno para pintarlo antes de ir al horno)
8 gramos de sal (1 cucharadita)
100 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
1 cucharadita de agua de azahar
Frutas confitadas (para decorar)
Una figurita (opcional, como sorpresa)
2-3 cucharadas soperas de azúcar y unas gotas de agua para decorar (opcional)
2 cucharadas soperas de almendras fileteadas SIN TOSTAR para decorar (opcional)
Para el relleno de nata
200 ml de nata con al menos 35% de grasa bien, bien fría
50 gramos de azúcar glass (o algo más, según te guste de dulce)
Preparación
Mezclar én un bol pequeño la levadura con una cucharadita del azúcar, un chorrito de la leche tibia y un par de cucharadas soperas de harina para formar una masa espesa. La dejamos reposar en un sitio cálido unos 15 minutos, hasta que haya doblado aproximadamente su tamaño.
Por otra parte, en un bol grande, hacer un volcán con el resto de la harina. Agregar en el centro del volcán el resto de la leche, un huevo batido, la sal, el agua de azahar, la mantequilla en trocitos y el resto del azúcar. Mezclar bien con una cuchara de madera o directamente con las manos. Añadir la pasta que hemos hecho al principio con la levadura y amasar sin miedo hasta tener una masa seca, suave, y que no se pegue. Si es necesario añadir más harina, es mejor hacerlo poco a poco. Simplemente, se trata de que la masa no se pegue a las manos, no de que quede dura.
Dividir la masa en dos mitades del mismo tamaño. Si no vas a hacer 2 rosocones, una de las partes se puede congelar haciendo una bola y envolviéndola en papel film en este paso. Para utilizarla, descongélala cuando la vayas a usar y siguer todos los pasos a partir de aquí).
Hacer una bola con la masa, hacer un agujero en el centro con los dedos e ir estirando hacia afuera, hasta darle forma de roscón. Poner en la bandeja del horno cubierta con papel de hornear o con una lámina de silicona para horno. Si vas a aponer la figurita, hazlo en este momento.
El levado del roscón seguramente irá cerrando el agujero central, así que aunque ahora sea grande, puedes ponerle un molde de emplatar redondo, o una taza o algún objeto cilíndrico que resista el calor del horno. Píntalo con aceite y enharínalo para que no se pegue al roscón.
Dejar en un sitio cálido para que fermente y duplique su tamaño; aproximadamente 2 horas.
Precalentar el horno a 220 grados, pintar con el huevo batido y poner encima las frutas escarchadas apretándolas un poco para que no se caigan. Mezclar 2 o 3 cucharadas de azúcar con unas gotas de agua, y repartir esta mezcla, las almendras fileteadas SIN TOSTAR -ya que se tostarán en el horno y si las pones tostadas amargarán al final- y la decoración que le quieras poner por encima, a tu gusto.
Poner en el horno y bajarlo a 180-190 grados. Hornear unos 20 minutos, o hasta que esté tostado.
Sacar del horno, dejar enfriar, y abrir por la mitad con un cuchillo de sierra. Montar la nata (mejor si está muy fría) con el azúcar y rellenar.
English version
Last Christmas I read one of those odd stories in a newspaper. An architect had opened a shop specializing in "roscones" in Madrid. The funny thing is that it all started because his father loved this sweet and she tried and tried you she find the perfect recipe, and from there on, everything else came afterwards, including a great success.When I read it I thought that if you love "roscón" and you do not happen to have such a lovely daughter, you should live in Zaragoza. There, we start eating roscones on January the 6th, and we do not stop until the first week of February. I mean, first for Epiphany, then by San Valero, who is the patron saint of Zaragoza -and we celebrate with a twisted roll,- and we extend to San Blas, 3th of February. Roscón lovers, like me, are really happy with it.
Roscon is my favorite Christmas dessert, perhaps because rather than a dessert itself, it is a sweet bun that you can fill and sweeten to taste. And it is one that has given me more satisfaction to prepare at home. I know that this year there are so many recipes in the Spanish blogs that you will not need one more, but I can not resist. For fans of twisted roll, here's a recipe for if you have forgotten to have it for Epiphany. And two more excuses to eat (as if they were necessary!). I love it on its own, without any filling. Its taste reminds me pannettone. But it admits the filling of your choice: whipped cream, pastry cream, chocolate cream, truffle, mocha. And a little odd suggestion that works very well: try to eat it with a little lemon curd.
This recipe I use is really simple, has no great preferment nor is delicate, and always, always goes well (the first time I used it was 2 years ago, before starting the blog. I made a horrible picture with my mobile, because I could not believe what I had done with my hands, so it's dummy-proved.) All you have to have is a little time and be aware of times that levied for ferment too. With the amounts indicated you will have two roscones like the one in the pictures. I filled it with whipped cream, and as I was in a hurry, you can see it was not as strong as it should: I guess cream was not cold enough. But it was equally delicious.
So congratulations to all Valeros, all Blases, Blasas, Blais and others, and all fans roscones (will be with me, Kako), which you have more reason to keep eating them until February.
Roscón (San Valero, Epiphany, San Blas, and for any time you feel like having it)
Ingredients (for 2 units for 6-8 people)
500 grams of bread flour
200 ml of warm milk
25 g of fresh baker's yeast
100 grams of sugar
2 eggs (one to paint it before going to the oven)
8 grams of salt (1 teaspoon)
100 grams of butter at room temperature
1 teaspoon orange blossom water
Candied fruits (for garnish)
A figurine (optional, as a surprise)
2-3 tablespoons of sugar and few drops of water for garnish (optional)
2 tablespoons sliced almonds UNROASTED for garnish (optional)
For the filling of cream
200 ml cream with at least 35% fat, well chilled
50 grams of icing sugar (or something else sweet as you like)
Preparation
In a small bowl mix the yeast with a teaspoon of sugar, a dash of warm milk and a couple of tablespoons of flour to form a thick dough. Let rest in a warm place about 15 minutes, until it has doubled in size approximately.
In a large bowl, make a volcano with the remaining flour. Add in the center of the volcano the rest of the milk, egg, salt, orange blossom water, diced butter and remaining sugar. Mix well with a wooden spoon or with bare hands. Add the dough we have done at first with the yeast and knead without fear until you have a dry mass, smooth, which it does not stick. If necessary add more flour, it is best done slowly. It is simply that the dough does not stick to hands, that it is not hard.
Divide dough into two halves of the same size. If you are not doing 2 at this time, you can freeze one part by making a ball and wrap in film in this step. To use it, defrost when ready to use and follow all the steps from here.
Make a ball with the dough, make a hole in the center with fingers stretched out and go to the twisted roll shape. Place in covered baking sheet with parchment paper or a silicone baking sheet. If you add the figurine, do so at this time.
While resting, the central hole of the roscon will probably get smaller. It could even disappear. To prevent so, you can put a cup or any cylindrical object that resists the heat of the oven in it. Paint it with oil and flour to avoid it get stuck to roscón.
Leave in a warm place to ferment and double in size, about 2 hours.
Preheat oven to 220 degrees, paint with the beaten egg and candied fruits putting up snug to avoid falling. Mix 2 or 3 tablespoons of sugar with a few drops of water, and spread this mixture, the almonds UNROASTED-as it is roasted in the oven and toast if you put them to the bitter end- and the decor you want to put on top, to your liking.
Put in the oven to 180-190 degrees and lower. Bake about 20 minutes, or until toasted.
Once cooled, open it in half. Whipp the cream with sugar to your taste, put in on top of one half, and sandwich it with the topping part. Keep it in the fridge if not consuming right away.
Me sumo a comer roscones hasta febrero, marzo, abril... y con esta pintaza todo el año si hace falta¡ Un besazo + que tengas un domingo de cocinitas que con el día que nos hace poco podremos hacer fuera de casa. Teresa
ResponderEliminarQué rico! Para mí es casi como el de reyes, lo único por el tiempo de levados que a mí me tardó 12 horas desde que lo hice hasta que lo metí en el horno. Yo me apunto a esto de comer roscones hasta febrero, es una tentanción de lo más dulce, además como ya ha pasado el empacho de las navidades y con lo que nos gusta seguro que nadie pone ningún inconveniente. Te quedó realmente estupendo.
ResponderEliminarUn saludo.
Tiene una pinta impresionante!!!
ResponderEliminarLa verdad es que todos los días 6 de enero pienso que es una pena no volver a comerlo hasta dentro de un año. Gracias a San Valero y a ti tiene una segunda oportunidad. Un beso :)
ResponderEliminarQue ricooooo, menudo roscón
ResponderEliminarAy!!!! que recuerdos... que bueno!!!! en casa también añadíamos "San Valero rosconero y ventolero", porque por estas fechas allí suele hacer un cierzo de los que te cortan los labios. Yo todavía no me atrevo... pero todo llegará.
ResponderEliminarHola, hola...muchos recuerdos!! Felicidades de una rosconera empedernida como yo, me encanta el roscón, yo celebro mi cumpleaños con uno... estoy pensando hacer otro para estrenar la nueva casa!! cualquier ocasión es buena! Un besote
ResponderEliminarYo también me apunto a comer el roscón en cualquier momento. me encanta sin relleno como si fuera un brioche. Aver si me animo y hago uno que en reyes no me dió tiempo. Por cierto aquí tenemos un pueblo en la Sierra que se llama Valero y San Martín de Valero. Desconocía la tradición del roscón de San Valero. Siempre se aprende algo nuevo. Bssssssssss y feliz domingo
ResponderEliminarMuy rico el roscón, bueno con cualquier relleno y sin el.
ResponderEliminarBesos.
¡Se ve genial! y se acerca la hora de la merienda, no veas la gula que me está entrando.
ResponderEliminarBesos.
ohhh que buen trozo me comia yo ahora mismo! divino!
ResponderEliminarsaluditos.
Certifico lo buena que sale la receta. No olvidar incluir algún pequeño objeto de regalo...sorpresa agradable que vuelvo locos a los peques.
ResponderEliminarPues yo me uno, aunque no sabía que fuera típico de Zaragoza (una cosa más que aprendo), ahora no me sentiré mal por comer roscón fuera de Reyes, una delicia. Besos guapa
ResponderEliminarTe han quedado fantásticos yo éste año estoy en el Pirineo y no he hecho, pero me gustan mucho.
ResponderEliminarNo serás de Zaragoza?
Besicos
Tú qué crees, maña?;-) De un pueblo de al lado
EliminarCualquier excusa es buena para hacer/comer roscón, así que vamos a celebrar todos los santos que podamos :)
ResponderEliminaraqui otra maña jajaja, San Valero ventolero y rosconero si señor!
ResponderEliminarBesitos!
Ladykath
http://mis-dulces-pecados.blogspot.com/
Para mí el roscón es una asignatura pendiente, aunque nunca lo he intentado. Creo que este tuyo me ha conquistado, al menos ya lo he guardado y puede ser que caiga pronto.
ResponderEliminarUn besote.
Anda! no sabía que eras de Zaragoza!yo también...jejeje!
ResponderEliminarUn saludo!
A mi me gustan mucho los roscones y la verdad que solo hice uno y fue en clase, así que me copio la receta para hacerla.
ResponderEliminarUn beso.
Es uno de los roscones mas bonitos y perfectos que he visto,desde luego que una cosa asi es para comerla todo el año. Un besazo
ResponderEliminarcosicasdulces.blogspot.com
Impresionante!! No conocía la historia de esa fiesta, vamos que ni había oído nunca ese santo, pero desde luego que con tu roscón no se me olvida. Me quedo esta receta que será la que haga para Reyes próximos, que me encanta guardar recetas de roscones, bueno y como a ti comerlos ;p
ResponderEliminarbesos Esther
Yo no hice aún el roscón, me agobia los tiempos de levado y darle buena forma, eso sí, que ansías cuando los veo y más tan bonitos.
ResponderEliminarAdemás, si te gustan, por qué no comerlos cuando quieras?
Besos.
Yo también me uno a comer roscón, si hace falta, hasta mayo! Pintaza!
ResponderEliminarEl roscón es también para mí el dulce navideño favorito, todos los años lo hago en casa porque no tiene comparación, sale estupendo. Porbaré tu versión porque me apellido Valero ;-) que no se diga!!!
ResponderEliminarMil besos
Ummmm buenísimo y a mí también me gusta especialmente por ese motivo que me resulta como un bollo y la similitud al panettone.
ResponderEliminarTe ha quedado impecable.
Bsitos