Pocos alimentos son tan básicos como el pan y al mismo tiempo tan fascinantes. Hay pocos alimentos que comamos absolutamente todos los días y de los que, sin embargo, no nos cansemos nunca. Hay pocos productos que lleven tantos siglos comiéndose a diario prácticamente en todo el mundo y sigan siendo apetecibles y teniendo la virtualidad de llevarnos de vuelta a los sabores de la infancia, y a la vez sorprendernos en su versión más innovadora. Y ya si se hace en casa y se contempla la transformación mágica, más que química, de la harina y el agua gracias a la acción de la levadura, y cómo el pan crece luego en el horno y llena toda la casa de ese olor a que nada malo puede pasar nunca donde huela así de bien, entonces, uno solo puede admitir que realmente las mejores cosas de la vida son las más sencillas. Yo siempre he disfrutado con el pan. Ahora estoy aprendiendo a hacerlo y probar combinaciones nuevas.
En este caso, quería un pan de ajo en el que el ajo no molestara, así que lo que hice fue infusionar el aceite con unos ajos cortados, dejándolo hacerse a baja temperatura. Luego se retiran y se deja enfriar, y se utiliza como siempre. El aceite adquiere algo del sabor del ajo, pero no en exceso, y el resultado es mucho más agradable, más sutil. De todos modos, los panes aromatizados tienen su propio sabor y como dejan de ser neutros, hay que cuidar algo más las combinaciones.
Pancitos de orégano y ajo
Ingredientes (para 8 a 10 unidades)
500 gramos de harina
10 gramos de sal
5 gramos de azúcar
300 ml de agua
5 gramos de levadura fresca
45 gramos de aceite de oliva (3 cucharadas soperas aproximadamente)
2 o 3 dientes de ajo, al gusto
Orégano al gusto (yo utilicé un par de cucharaditas de orégano seco)
500 gramos de harina
10 gramos de sal
5 gramos de azúcar
300 ml de agua
5 gramos de levadura fresca
45 gramos de aceite de oliva (3 cucharadas soperas aproximadamente)
2 o 3 dientes de ajo, al gusto
Orégano al gusto (yo utilicé un par de cucharaditas de orégano seco)
Preparación
Poner en un cazo de base gruesa el aceite a fuego bajo y añadir los dientes de ajo cortados en trozos grandes. Dejarlo hacerse a fuego muy lento, sin que se frían. Después de unos 5 minutos (o antes si parece que empieza a freírse el ajo) retirar del fuego el cazo, desechar los ajos (colar el aceite si fuera necesario) y dejar enfriar completamente antes de hacer el pan.
Disolver la levadura en el agua tibia con el azúcar. Hacer un volcán con la harina a la que previamente se ha añadido la sal, y verter en el centro la mezcla de agua, azúcar y levadura. Amasar un poco y añadir el aceite. Agregar el orégano y trabajar hasta que quede una masa elástica que no se pegue a los dedos, lo que puede hacer que sea necesario añadir algo más de harina o de agua. Dejar reposar en un bol cubierto con un paño limpio humedecido hasta que doble su volumen.
Pasado este tiempo, trabajar la masa lo justo para que pierda el exceso de aire, pero sin amasar en exceso. Cortarla en porciones de tamaño similar y dar forma a bollitos de tamaño parecido. Poner sobre la placa de horno que se vaya a utilizar con papel de hornear o plancha de silicona y dejar de nuevo que aumente su volumen.
Poner en el horno precalentado a 200 grados durante unos 12-15 minutos, o hasta que los panes estén hechos.
Poner en un cazo de base gruesa el aceite a fuego bajo y añadir los dientes de ajo cortados en trozos grandes. Dejarlo hacerse a fuego muy lento, sin que se frían. Después de unos 5 minutos (o antes si parece que empieza a freírse el ajo) retirar del fuego el cazo, desechar los ajos (colar el aceite si fuera necesario) y dejar enfriar completamente antes de hacer el pan.
Disolver la levadura en el agua tibia con el azúcar. Hacer un volcán con la harina a la que previamente se ha añadido la sal, y verter en el centro la mezcla de agua, azúcar y levadura. Amasar un poco y añadir el aceite. Agregar el orégano y trabajar hasta que quede una masa elástica que no se pegue a los dedos, lo que puede hacer que sea necesario añadir algo más de harina o de agua. Dejar reposar en un bol cubierto con un paño limpio humedecido hasta que doble su volumen.
Pasado este tiempo, trabajar la masa lo justo para que pierda el exceso de aire, pero sin amasar en exceso. Cortarla en porciones de tamaño similar y dar forma a bollitos de tamaño parecido. Poner sobre la placa de horno que se vaya a utilizar con papel de hornear o plancha de silicona y dejar de nuevo que aumente su volumen.
A mi me gusta mucho el orégano y estos panecillos tienen que estar riquísimos. Besitos.
ResponderEliminarLa verdad es que les da un aroma inconfundible.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una maravilla de receta, explicación y fotos ¡¡ Me encantaaaaann si sobra alguno es mio ¡¡ Un fuerte abrazo, Teresa
ResponderEliminarUn beso enorme, guapa-
ResponderEliminarTotalmente delicioso! Te han quedado unos panecillos perfectos, ya imagino el saborcillo a ajo y orégano... mmmh. Muacks
ResponderEliminarLydia, la verdad es que el ajo se nota lo que tú quieras. En mi caso, puse dos dientes y apenas se notaba y eso me encantó: estaba ahí, pero no lo ocupaba todo.
ResponderEliminarUn abrazo-
Me encantan los panes aromatizados y los estoy usando mucho.
ResponderEliminarTus fotos son espectaculares!
Gracias, Kako. A estas les he dado mil vueltas, tenía mis dudas, porque la luz temprano por la mañana no es la luz con la que suelo trabajar, pero bueno, he podido salvar alguna para el post.
ResponderEliminarUn beso.
El aroma del ajo en estos panecillos tiene que ser exquisito, me anoto tu receta!
ResponderEliminarQue buenos que se ven esos pancitos saborizados! yo los hago a veces, pero no hacía eso con el ajo, es una buena idea para darle un sabor que no invada al del orégano.
ResponderEliminarBesitos!!!
Marie
Estos panes te han salido superior. Tienen que estar ricos hasta sin nada dentro, yo me comía unos cuantos ahora mismo.
ResponderEliminarUn beso.
Unos panecillos deliciosos.
ResponderEliminar;-D
Qué bonitos panecillos y con el fantástico sabor del ajo y orégano.
ResponderEliminarBesos.
Yo también disfruto mucho haciendo pan, el aroma que desprende es espectacular. Me encanta. Estos panecillos aromatizados te han quedado preciosos y sabrosos, se ven tiernos y esponjosos, me ha gustado la idea de suavizar el ajo para que el pan no adquiera un sabor tan fuerte. Unas fotos exquisitas como nos tienes habituados!! Muchos Besos
ResponderEliminarMe encantan esos panecillos! lo mismo que las fotos.
ResponderEliminarBesos.
Madre mía, hasta siento que puedo oler el maravilloso aroma que debe tener.
ResponderEliminarCuánto siento que no llegaste para el sorteo de mi blog :(
besitos
Gaby
ricos estos panecillos! què aroma! besos
ResponderEliminarRiquísimos, a mi también me gusta mucho el sabor y el aroma del orégano... Mmmmm calientitos con un poco de mantequilla, deliciosos!!!!
ResponderEliminarun beso grande,
Toda una delicia, un sabor y un aroma fantástico, igual que tus fotos, son una maravilla, felicidades.
ResponderEliminarBesitos y feliz fin de semana
Qué buena entrada y qué razón tienes, el pan estará en nuestras mesas por los siglos de los siglos.
ResponderEliminarMe encanta éste pan y el aroma del orégano me fascina.
Tomo nota. Gracias por compartir ;)
Besos
Sólo con ver las fotos estoy percibiendo su delicado aroma y saboreándolos. Preciosas fotos.
ResponderEliminarBesos.
que buenos..y el sabor debe de ser estupendo
ResponderEliminarYo no digo nada porque el pan no es lo mio, solo que me da envidia
ResponderEliminarUnos panecillos geniales,estos tengo que probar a hacerlos!!!
ResponderEliminarBueno esta entrada de 10 , que rico se ven esos panecillos. Por favor me llevo uno ahora mismo. Bss. y buen finde.
ResponderEliminarQue lujazo de panecillos, tus fotografías me fascinan, que gusto tienes ! un beso
ResponderEliminarvaya pinta que tienen esos panecillos y junto el orégano y el aceite aromatizado, me hago una idea del sabor tan bueno que tienen que tener
ResponderEliminarun abrazo
ummm!,es una autentica ricura!. yo soy de sabores pronuciados, pero el ajo en este caso me parece muy acertado!!!!
ResponderEliminarfotos magnificas, de veras!
feliz fin de semana!
Que buenos esos panecillos con sabor a orégano, me encantan.
ResponderEliminarLos intentare hacer a ver si me quedan igual de bien.
Buen fin de semana…
Besitos…
Hola guapa, no he estado muy atenta a las nuevas entradas, y me salté esta, menudos panecillos, seguro que buenísimos, y el aroma que te dejan en casa al hornear?, mmmmmm, que bueno. Besos.
ResponderEliminarQue ricos panecillos, estos son de los que coges uno detrás de otro.
ResponderEliminarMe lo anoto.
Besos
Vaya coincidencia, yo preparé hace unos dias unos panecillos parecidos pero con tomates secos,los tengo pendientes de colgar, lo hare pronto.
ResponderEliminarTe prometo que tambien probaré estos.
Un saludo
Qué panecillos más deliciosos!Se ven muy tiernos y el suave aroma de ajo más el orégano debe ser delicioso. Muy buena idea, estas hecha una experta!
ResponderEliminarBesos!
Qué panecillos más ricos!!!! Ya me los estoy imaginando con un poco de aceite por encima y calentitos... ummmmmmmm. Y las fotos ayudan aún más a desear darles un bocado.
ResponderEliminarUn besote
Que delicia de panecillos, me puedo imaginar el olor en toda la casa, tomo nota de la receta, me apetece probarla. Bss.
ResponderEliminarPero qué ricos con orégano!!!. me encantan. se ven super tiernos y con una pinta deliciosa. me lo anoto!. Besos,
ResponderEliminarGracias, gracias, gracias a todos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarUn beso enorme.-
Ummmmmmmmmmmmmm. Que tiernos que se ven!
ResponderEliminarMe la apunto.