Debo confesar que aprendí a comer tomates (como tantas otras cosas) cuando ya era mayor. Muy mayor, quiero decir. Fui una niña que comía fatal, y mis pobres padres se desesperaban, especialmente con el tomate. Recuerdo como si fuera ahora la cara de frustración de mi padre cuando me ofrecía en lo mejor del verano un tomate en su punto justo de maduración (es decir, no rojo), abierto por la mitad, con un chorrito de aceite y una pizca de sal, como el mejor manjar del mundo. Yo era pequeña, pero no tanto como para no darme cuenta de que tenía que hacer todo lo posible por que aquella cosa viscosa, de sabor incierto, que nunca llegué a comprobar, porque mi lengua sólo llegaba a apreciar una textura gelatinosa llena de pepitas que ni eran fruta ni era verdura, al menos llegara a mi garganta. Pero no podía. Era darle un mordisco a aquello y tener unas arcadas terribles, y ver la cara de decepción de mi padre, como si fuera una ofensa personal. Todavía hoy sigue comiendo así muchos días el tomate en verano, recién cogido, elegido en el punto que a él le gusta, sólo que ya no me invita a probarlo.
Yo ahora puedo tomarlos, pero siguen sin ser uno de mis bocados favoritos. Y prueba de ello es que sólo puedo comerlos maduros, bastante maduros. Los tomates verdes y crujientes siguen siendo una prueba que no he logrado superar. Otra mancha imperdonable en mi expediente de gustos gastronómicos.
Lo que me encanta siempre que puedo es hacer confituras y mermeladas. Nunca las guardo. Durante una época, pasé tantos veranos preparando fruta en conserva que creo que cuentan para toda mi existencia. No, esterilizar botes, hervirlos luego, y todo lo demás, a mí personalmente no me compensa. Sobre todo porque no tendría sitio donde guardar luego toda esa producción. Pero añadir azúcar a una fruta y dejar que de deshaga poco a poco en su propio jugo, no me da nunca ninguna pereza. De hecho, en la mayoría de recetas que llevan mermelada la preparo yo. Así puedo darle el dulzor que a mí me gusta, y la textura justa, que se suele perder en el proceso industrial.
Y sin embargo, nunca me había animado a hacer una mermelada de tomate, a pesar de que hace tiempo que tenía ganas. Simplemente, no lo había hecho. Pero hace unos días, en el sitio de Saveur Magazine vi esta mermelada de tomate y manzana verde y tenía que probarla. Es bastante distinta del original, que es mucho más especiada y perfecta para acompañar platos salados, pero a mí me bastó con añadirle la manzana verde como variante a la idea que yo tenía en mente.
El resultado lo podéis ver a continuación. Una mermelada muy recomendable, no excesivamente dulce, y deliciosa para sustituir el aceite y el tomate en las tostadas del desayuno por un par de días.
Mermelada de tomate y manzana verde
Ingredientes
1 kilo de tomates bien maduros2 manzanas verdes medianas (Granny Smith) peladas, y en cortadas en dados
500 gramos de azúcar glas
Preparación
Escaldar primero los tomates para quitar la piel y los pedúnculos: poner agua a hervir, hacer un corte en los tomates en forma de X en el lado opuesto al corazón y sumergirlos 15 a 30 segundos en el agua hirviendo. Sacar inmediatamente con una espumadera y poner bajo el chorro de agua fría o en un bol con agua lo más fría posible para cortar la cocción. Eliminar el corazón y la piel (debería salir con las manos, mejor mojarlas en agua helada para no quemarse al manipularlos), y cortarlos en trozos. Mezclar el tomate, con las manzanas en dados y el azúcar en un cazo de base gruesa, poner a fuego medio y llevar a ebullición despacio. Una vez hierva, dejar a fuego medio que cueza unos 40 minutos, destapado, moviendo de vez en cuando con una cuchara de madera para que no se pegue, hasta que tenga una consistencia de mermelada. Cuando esté, apartar del fuego y aplastar con un tenedor los trozos gruesos que hayan podido quedar. Dejar enfriar, y servir.
Truco: Esta mermelada es perfecta sobre una rebanada de pan fresco recién tostada y un poco de queso brie u otro cremoso. Pero prueba también a añadir un par de cucharadas de esta mermelada a una vinagreta para la ensalada. Mezcla 3 cucharadas soperas de aceite de oliva, 1 de vinagre de manzana y 2 cucharadas soperas de esta mermelada. Salpimienta, emulsiona y vierte sobre la ensalada justo antes de servirla. No puede ser más sencillo ni más rico.
I must confess that I learned to eat tomatoes (like so many other things) when I was already grown up. Really grown up, I mean. I was a picky eater as a child, and my poor parents were desperated, especially with tomatoes. I remember just so clearly my father's frustration whenever he offered me the best of summer ripen tomato, open in half with a little olive oil and a pinch of salt, as the best dish in the world. I was young, but not enough not to realize that I had to do my best to eat it. But for me, it was a viscous thing, with uncertain taste, which I could never really try. As soon as I felt it in my motuh, I felt sick, and I could see my father's disappointment. Even today he eats so often tomatoes in summer, freshly picked, chosen at the point that he likes, but now he just does not invite me to try.
I can now eat them, but still not one of my favorite snacks. And the proof is that I can only eat ripe, quite ripe. Still green and crisp tomatoes are a test that I failed to overcome. Another unforgivable stain on my record of culinary tastes.
What I really love is to make jams and jellies. Never prepare them for preserving, though. At one time in my life I spent too many summers preparing canned fruit so I think I'm done for my entire existence. No, sterilized jars, then boiling and everything else is not for me.
But adding sugar to fruits and allow to slowly cook them in their own juice, for that, I am always ready. In fact, in most recipes that include jam, I prepare it myself at the moment. This way, I can give it the sweetness that I like, and just the texture that is usually lost in the manufacturing process.
And yet, I never did before a tomato jam, even though I wanted long ago. Simply I had not done it yet. But a few days ago, at the site of Saveur Magazine I saw this tomato and green apple jam, and I had to try it. Mine is quite different from the original, which is much more spicy and perfect to accompany savory dishes, but I just add green apple as an alternative to the idea I had in mind.
You can see the result below. A highly recommendable jam, not overly sweet, and delicious to replace oil and tomato on toast for breakfast for a couple of days.
Tomato and green apple jam
Ingredients1 kg. ripe red tomatoes
2 medium green apples (Granny Smith), peeled and diced
500 grams superfine sugar
Directions
Peel the tomatoes: Bring a large pot of water to a boil over high heat. Score the bottom of each tomato with an X. Once water is boiling, drop tomatoes in for 15-30 seconds; remove with tongs and immediately plunge into cold water. Slip off the peels with your hands, then roughly chop the peeled tomatoes. Add the tomatoes, apple, and sugar to a medium saucepan set over medium heat and stir to combine. Bring mixture to a boil very slowly, then lower heat and gently cook, uncovered, for about 40 minutes, stirring occasionally to prevent scorching, until the mixture is thick and jammy. When the jam is ready, remove from heat and, if desired, use a fork to break down tomato and apple chunks to your preferred consistency and leave to cool.
Tip: This jam is perfect on a slice of bread freshly toasted and a little Brie or other creamy cheese. But try also to add a few tablespoons of jam to a vinaigrette for the salad. Mix 3 tablespoons of olive oil, 1 tablesppon apple vinegar and 2 tablespoons of the jam. Salt and pepper, emulsified and pour over salad just before serving. Can not be easier nor tastier.
Desde luego, me han entrado ganas de probarla.
ResponderEliminarLa has decrito de una manera que ganas me dan de hacerla. Se nota una textura divina, de esas de untar y me da que debe estar tremenda de rica como acompañamiento de alguna carne. Me gusta.
ResponderEliminarMe encantan las imágenes que siempre veo aquí, son divinas Macu, y reales como la vida misma, jajajajaja, un besazo guapa y buena semana tenga Ud!
Que rica, mañana para desayunar acompañando a unas tostadas y empezar así de bien la semana... Un fuerte abrazo, Teresa
ResponderEliminarAy, no veas las ganas que tengo de hacer una mermelada así!! Yo si para embotar, tengo el huerto a tope de tomates estos días (en casa nos encantan aunque tamibén tengo mis fobias alimentarias encabezadas por mi odiado puerro, jeje) y hace días que estoy pensando este año además de la salsa guardar algún bote de ketchup casero y de mermelada de tomate.
ResponderEliminarUn beso.
A ti te pasó con los tomates lo que a muchha gente. Yo no termino de entender por qué tanta gente odia el tomate, pero es así...
ResponderEliminarTu mermelada de tomate me parece suprema. Creo que definitivamente te has reconciliado con él.
Un besoteeeeeeeeee
Me encanta! yo también hago todos los veranos mermelada de tomate y queda riquisima!
ResponderEliminarLa tuya tiene una pinta excelente...disfrutala! Un besoo
Mamma mía que buenoooooooooo
ResponderEliminarMe lo apunto YA
Me parece una idea fantastica, esa mezcla de ingredientes tiene muy buena pinta, no me extraña que le encuentres tanto usos.Desde luego hay que probarla.
ResponderEliminarbss Esther
Ui, melmelada de tomate... la tengo a pendientes desde hace tanto! Los tomates tampoco son mi manjar favorito, lo confieso! ;)
ResponderEliminarBesos
Sandra
MMm me encanta la mermelada de tomates!
ResponderEliminarMuchos abrazos linda
Mira qué curioso, yo antes de venirme a vivir a Europa sólo comía tomates casi verdes...no soportaba un tomate maduro más que en una salsa...pero ni pensarlo en una mermelada...pero una va cambiando y ahora me encanta! Qué rica receta y qué hermosas fotos mujer!
ResponderEliminarBesitos y feliz semana!
Me encantan las recetas de mermeladas de tomate simples, sin despepitar (que es un rollo), y me gusta que el azúcar sea glas, quizás así no hay que remover el preparado todo el tiempo, aunque así y todo la prepararía, o mejor dicho la prepararé...como siempre las fotos; preciosas. Besitos.
ResponderEliminarTras leerte he sentido una fuerte necesidad de hacerla, al contrario que tú adoro el tomate y la manzana verde aún más, así que la mezcla me parece deliciosa...
ResponderEliminarSiempre me he quedado más con la mermelada de pimiento rojo que con la de tomate pero esta con manzana tiene una pinta muy muy buena.
ResponderEliminarBesos
¡Encantada de leerte de nuevo! A mí me encanta el tomate en todas su versiones siempre que sepa a tomate y me encantaba el mordisco a ese tomate tan rico que también preparaba mi padre. Con estas fotos tuyas es imposible no sentirse tentada. Un beso y un abrazo
ResponderEliminarNunca he probado una mermelada de tomate, bueno si, 1 cucharadita chiquitita de la del mercadona, no mi hizo mucha gracia, en aquel momento me dije: "tengo que intentar hacer una mía" Y ahora que veo la tuya me has acordado que tengo que hacerla, aunque creo que la haré con manzana ;)
ResponderEliminarBesos
Pués es realmente distinta esta mermelada, no puedo imaginarme como puede ser el resultado de esta combinación pero seguramentes un tipo de mermelada que me gustaría acompañarla de quesos.
ResponderEliminarMuy, muy original, un beso.
Qué buena esta mermelada!!! No la he probado yo nunca con manzana! :)
ResponderEliminarUn beso
Patri
Buenos días, una rica y deliciosa y original mermelada de tomate con manzana verde. Como bien dices una tostadita recién echa y con el queso para paladares muy especiales.
ResponderEliminarUn saludo Paco
Que bien!!! vuelta a la rutina.. y los lunes a disfrutar de tus recetas. Tiene una pinta sensacional, y con queso debe de ser una delicia.
ResponderEliminarBesos
What a lovely recipe. It also sounds delicious. This is my first visit to your blog and I have spent some time browsing through your earlier posts. I'm so glad I did that. I really love the food and recipes you share with your readers and I'll definitely be back. I hope you have a great day. Blessings...Mary
ResponderEliminarTomates y manzanas juntos en una mermelada! Decididamente me lo apunto porque debe estar buenísima. En casa tengo a alguien que no ha podido ver un tomate hasta el año pasado. Ha sufrido una transformación repentina y ahora los va tolerando. Debe ser la edad.Ja,ja. Besos.
ResponderEliminarSe me olvido desearte suerte con vuestro nuevo proyecto me pareció una idea genial, el libro creo que es de los primeros que tengo y es estupendo poder ver las fotos de esas recetas tan ricas. Mucha suerte y desde luego tenéis una seguidora desde el principio. Besos.
ResponderEliminarA mi si me encantan los tomates, pero confieso que de un tiempo a esta parte no es tanta mi pasion..pero porque no encuentro ni uno que sea bueno de verdad!:(
ResponderEliminarhace poco hice una confitura de tomate y chile y la verdad con queso era deliciosa..asi que la tuya la tendré que hacer...además me gusta como a ti..poco dulce y en pequeñas cantidades!!!
mil besitos mi Macu guapa..mala comedora!!!! jijiji!!!!!!!!!
Una combinación ideal que tengo que probar sin duda, como me gusta la época de las mermeladas!!!!
ResponderEliminarA mí me pasa al revés, los tomates me vuelven loca, especialmente si son redondos, maduros, jugosos y rojos como en tu foto. No podría vivir sin queso, pan, vino, tomates y aceite de oliva. son las 4 cosas que nunca faltan en casa. Tomaré el consejo de la mermelada... pero más me tienta hacer una ensalada con tomates, albahaca y mozzarella. El mismo problema que vos tenés con los tomates yo lo tengo con la sandía. Asi que te entiendo. ¡Aunque no es lo mismo, no sabés lo que te perdés! Besos
ResponderEliminarMe encantan las mermeladas y esta ademas de entrarme por los ojos con esas estupendas fotos tiene que estar deliciosa, saludos
ResponderEliminarUna combinación curiosa, que acompañada de queso tiene que ser un manjar.
ResponderEliminarBesos.
Me pasa excatamente igual que a ti, Macu, he tardado mucho en querer a los tomates, así, a palo seco. El pan con tomate es otro tema, que ese si lo deboramos, yo creo que eso ya viene en nuestro ADN. :-))
ResponderEliminarVoy a hacerte caso y probaré esta delicia que has preparado, tengo la impresión que no solo está buenísimo, sino que además me va a encantar. Y te haré caso con la vinagreta, que también me ha parecido una idea excelente. Muchas gracias por compartirlo, preciosa.
Qué fotos tan bonitas...
Un beso muy grande :-)
Me siento totalmente identificada con tus palabras. Nunca he sido amante de los tomates, y nunca vi pasion en devorar un tomate con una pizca de sal, y recien cogido de la mata. Pero por fortuna, nuestra forma de ver las cosas cambia, y aunque sigo mirando los tomates con cierta soseria, solo entran en casa para hacer ricas salsas de tomate. Casualmente, mi marido los ve con los mismos ojos que yo, y como no entran apenas en casa, mi hija va por el mismo camino.
ResponderEliminarPara hacer mermelada tambien les dejo la puerta abierta. La de tomate es una de las que mas me gusta. No se si se apreciara en el sabor la manzana verde, pero si al menos en la textura final de la mermelada.
Tienes unas fotos muy bonitas. No me extraña que hayas sido una de las elegidas para el gran proyecto 1080 fotos de cocina. ¡Enhorabuena!
Despues de llevar un ratito ojeando tu blog, me quedo en el.
Saludos.
Sin embargo yo soy una apasionada de los tomates aunque en los últimos tiempos haya de mondarlos para comerlos mejor, ya ves..
ResponderEliminarY la mermelada de tomate es un clásico en mi casa desde que tengo memoria.
Me ha gustado la mezcla con manzanas, las he de probar la próxima vez, seguro que está delicioso.
Espléndidas fotos, te felicito
un beso
El otro día hice mermelada de tomate, pero nunca se me hubiera ocurrido ponerle manzana, seguro que le da un toque genial!
ResponderEliminarUn besito!
Macu, qué original con la manzana verde, no acabo de imaginarme el sabor pero de entrada me parece que tienen que quedar bien en mermelada.
ResponderEliminarA mi el tomate me ha gustado mucho siempre, la verdad, pero creo que es más común de lo que parece que a lospeques no les guste, con la viscosidad de las semillas... aunque la mayoría lo superan, jeje!!
Muchos besitos guapa!
Que delicia, te pillo la receta ya, me encantaban el bocata de brie con mermelada de tomate de... no me acuerdo del nombre... Un puntazo para tu regreso!! genial, bye bss.
ResponderEliminarYo tampoco soporto esos tomates verdes!
ResponderEliminarMe gusta tu mermelada, le veo un montón de posibilidades.
Y me gusta tu blog!
Me quedo.
Besos.
¡Qué belleza de fotografías y qué delicia de combinación! Me ha encantado.
ResponderEliminarBesos
Hoy he abierto un frasco de mi mermelada de tomates, probaré tu receta porque con manzanas me parece muy novedosa.
ResponderEliminarBesos!
Esta mermelada me la apunto!! como me gusta la mermelada de tomate y si la pones en la ensalada...mmmmmmm para chuparse los dedos!!
ResponderEliminarpor cierto, que fotos!!
besos, Lídia
esta receta se ve super , ya te dire en cuanto la ponga en practica gracias
ResponderEliminarestupenda,siempre la hago sola de tomate,asi que tengo que probar esta tuya
ResponderEliminarSigo enamorada de esas fotos :)
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