Otro nombre con mucha sonoridad para una receta sencilla, barata y apetecible. Este caviar es en realidad una crema para untar, perfecta sobre un buen pan recién tostado o para mojar con verduras en palitos (zanahorias, apio, coliflor hervida). Si además la comes en medio de uno de estos días de calor infernal, bajo un olivo y mirando al Mediterráneo, la memoria y el paladar se vuelven sencillos y disfrutan con sabores sin complicaciones como estos. Un vino blanco helado, una cerveza bien fría, o un Martini con hielo y ya puede comenzar una comida de tertulia interminable. ¿Es que algo malo puede pasar en un día así? Por si tienes dudas, te recomiendo que visites el blog del que he tomado la base para esta receta: "Un dejeuner de soleil".
Y es que hoy siento esa tendencia de los italianos a adornar la realidad, hasta hacerla tan perfecta que casi es un mito. Pero a veces no puedo evitar pensar que incluso tan destrozada, tan maltratada, esta isla encierra una magia sorda y seca, áspera como los terrones que llenan de polvo los escasos campos de cultivo del interior pero vieja y sabia como los olivos que veo cada día, orgullosos bajo el sol que los quema sin miramientos, y el viento que los obliga a enredarse sobre sí mismos como protegiéndose. Una isla con una belleza tan apabullante que deja indiferentes a sus habitantes, mudos y silenciosos fantasmas que ya no se marean ante la contemplación de lo que en otro tiempo tuvo que parecerse mucho al paraíso.
Y todo esto por un aperitivo con sabores mediterráneos!
Caviar de berenjenas y manzana verde.
Ingredientes (para unos 300 gramos aproximadamente)
Media berenjena mediana
Media manzana verde grande
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
Tomillo, romero, albahaca, mejorana, al gusto
Preparación
Abrir la berenjena por la mitad longitudinalmente, hacer cortes en la pulpa con un cuchillo, en forma de aspas, y poner sal y un chorrito de aceite. Poner al microondas a máxima potencia 4 minutos y comprobar si está asada. Añadir un minuto más si fuera necesario. Dejar enfriar a temperatura ambiente hasta poder manipularla, y extraer la pulpa con una cucharilla. Ponerla en un bol para batidora, junto con la media manzana pelada, sin pepitas y cortada en trozos. Añadir un chorrito de aceite y batir hasta conseguir una pasta de consistencia cremosa. Probar, añadir la pimienta y rectificar de sal si fuera necesario, añadir las hierbas aromáticas, batir de nuevo, y servir. Se puede conservar 2 o 3 días en el frigorífico con una ligera capa de aceite sobre la superficie para preservarla, dentro de un recipiente hermético.
Exquisito.
ResponderEliminarHmm, y con el toque de la manzana...
Lo probaré.
Besitos.
No hay duda, eres la más rápida a este lado del Oeste.
ResponderEliminarDe verdad que la manzana verde le da un punto. (El de la foto lo acabo de devorar hoy en la comida y no ha quedado nada, nada, nada).
Gracias por tus comentarios.
Que pinta más buena,tengo que probar ese toque con manzana verde,particularmente me encanta la berengena,además de cultivo propio,me llevo la receta voy a probar,
ResponderEliminarun besito desde la isla vecina,nos vemos por el blog.besooooss.
Qué suerte lo del cultivo propio! Ya me dirás qué te ha parecido cuando lo pruebes. Un beso y que no te derritas por aquí al lado.
ResponderEliminarSolo de leerte me ha entrado unas ganas de ir al mediterráneo con la cesta y el paté, bueno y el vino blanco, casi lloro de no poder hacerlo. Bueno hasta final de agosto, me conformaré con hacerlo mirando los Pirineos.
ResponderEliminarOye, que si es por hacer picnics, al pie de los Pirineos no se puede decir que sea poco apetecible. Ese verde, ese fresquito, ese agüita de manantial helada que te deja nuevo por dentro y por fuera... SI es que empiezo y no paro!!!
ResponderEliminarHola!! me encantó porder disfrutar, mientras leía, las maravillas de España. Algún día el destino me va a llevar! Sobre la receta, la hice ahora para acompañar de entrada a la noche. Luego te cuento que dicen los comensales, pero está muy rica. Gracias, me gusta tu blog. Besos.
ResponderEliminarHOla!! te cuento que hice el paté para el sábado y a todos les encantó. Besos!
ResponderEliminarHola, Mariela, siento no haberte respondido antes. Estoy de viaje y accedo muy de cuando en cuando. Me encanta oír que os gustó este paté, y sobre lo de la descripción: me agarró la vena poética el otro día y me dejé llevar... pero realmente hay lugares preciosos, todavía. Mil gracias por tus comentarios, y por tu interés. Un abrazo desde Irlanda.
ResponderEliminarQue lindo!!! Irlanda!! tenés que tener otra lluvia poética y escribir sobre ese país, así los que no podemos ir lo disfrutamos.
ResponderEliminarSobre los bocaditos, ¡Ya no quedaron ninguno! ni uno!!!! muy ricos y livianos!
Besos.
Ayer lo probé de hacer y, además de fácil, sale riquísimo. Por cierto, congrats por el blog, lo estás bordando :)
ResponderEliminarCómo me alegro de que te gustara. Y gracias por lo del blog, muchas gracias. Un besazo enorme.
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